Análisis de la pisada: 3 aspectos que tienes que tener en cuenta para tomar la mejor decisión para decidir cuál es el calzado ideal para desarrollar tu actividad deportiva de la manera más saludable.

Hace unos años comprábamos gafas en las gasolineras. Si quieres saber qué relación tiene con la elección de un buen calzado para runners, presta atención:

Quizás lo recuerdes o puede que no te haya tocado vivirlo, pero en todas las gasolineras te encontrabas expositores giratorios con gafas por doquier. Con montura ovalada, con patillas estrechas, de pasta, metálicas, de colorines, etc. Aunque sigue existiendo, el furor fue disminuyendo cuando los consumidores empezaron a tomar conciencia de que la calidad de las gafas (principalmente los cristales) dejaba mucho que desear en relación a las de una óptica. Esa toma de conciencia nos llevó a consumir con más responsabilidad, atendiendo a lo que realmente nos importa: nuestra salud y, en definitiva, nuestra calidad de vida.

“¿Y a qué viene todo esto de las gafas? ¡Si tú eres podólogo, Rober!” No, no mezclo churras con merinas. Ahora te voy a contar cómo en el mundo de la podología nos pasa lo mismo y puede influir de forma determinante en tu salud.

Hay mucha gente que no es profesional o que no está cualificada para hacer un análisis de la pisada y, sin embargo, lo hace. Esto ocurre, por ejemplo, en establecimientos de venta de artículos deportivos. Quieren venderte unas zapatillas y te hacen un análisis de cómo pisas. El famoso “pronador o supinador”, ¿te suena?

Pues bien, voy a darte las razones por las que no deberías confiar en un análisis de la pisada que no esté hecho por un profesional. Y menos cuando va a determinar algo tan importante como la elección del calzado, que tiene un peso enorme en que el desempeño de tu actividad deportiva sea saludable o no.

Atando cordón de zapatillas para correr

1. Lo primero y lo más importante: la SALUD

Es de perogrullo, pero no nos cansaremos de repetirlo: salud, salud y salud.

Si te sometes a un análisis de la pisada que no esté hecho por un profesional y se genera un diagnóstico erróneo y el análisis no acierta, el problema lo tienes tú. La persona que lo hace no está acreditada ni asume ninguna responsabilidad, así que no puedes echarle en cara que el resultado sea mejor o peor para ti.

La elección de unas zapatillas debido a un mal diagnóstico puede desembocar en una molestia, una lesión o un problema mayor. ¡Y muy importante! En ocasiones es algo que no vemos a corto plazo. Puede que nos probemos unas zapatillas y creamos que están hechas para nosotros, pero en muchas ocasiones el problema aparece en el futuro.

A veces nos sentimos satisfechos por la compra de unas zapatillas porque nos sentimos cómodos. Sin embargo, en podología y posturología sabemos mucho de la falsa sensación de comodidad, que no es más que una percepción de confort que genera en tu cuerpo vicios y desequilibrios que, a la larga, ponen de manifiesto problemas físicos que pueden apartarte de la actividad deportiva un tiempo (en ocasiones demasiado).

2. Con los mejores medios, los mejores resultados

La evolución de los medios aplicados a la podología ha sido increíble en los últimos años. Se han desarrollado herramientas de análisis que pueden dar respuestas a lo que antes eran verdaderas incógnitas que solo se podían solucionar con experiencia o aplicaciones de ensayo-error.

Sin embargo, ya existe tecnología para medir cada uno de los parámetros de nuestro cuerpo en movimiento. Por ello, un buen análisis biomecánico es imprescindible para conocer nuestra pisada y cómo esta influye en el resto de nuestro cuerpo.

En Clínica Catalán utilizamos la mejor tecnología del mercado: MotionMetrix. Se trata del método más preciso para hacer un estudio biomecánico de nuestro cuerpo. Arroja informes a diferentes niveles tanto en la marcha como en la carrera y nos permite conocer a al paciente con una profundidad inalcanzable con los medios de los que disponíamos antes.

3. ¿Cómo distinguir a un profesional? Formación, experiencia y comunicación con el cliente

Las dos primeras son obvias y se pueden aplicar a cualquier otra disciplina. Preocúpate de que la persona que se encargue de vigilar tu salud tenga conocimientos, conozca muchas otras experiencias y sepa aplicar todo eso a tu caso concreto.

Pero hay una cosa que hay que poner en especial valor: cómo te transmite el profesional el proceso que le ha llevado a tu diagnóstico y cómo justifica los métodos para solucionar tu dolencia. En nuestra clínica damos una especial importancia a la pedagogía. Es decir, a que el paciente sepa en todo momento qué estamos haciendo y por qué.

“¿Para qué necesito saberlo?” te preguntarás. Muy sencillo, porque un paciente consciente sigue siendo paciente también fuera de la clínica. Se convierte en la extensión de tu cabeza y tus manos cuando se va a su casa. El paciente toma nota de los factores importantes y por qué debe tenerlos en cuenta, de manera que le aportas un valor doble: solucionas su problema y le ayudas a prevenirlo para que ese problema no vuelva a aparecer en el futuro.

Es algo que en nuestra cultura tenemos menos arraigado. Apostamos por medicina curativa y no preventiva. Nos dedicamos a poner solución a los problemas cuando aparecen, pero no a trabajar la prevención para que no aparezcan, que es un rasgo más característico de la medicina oriental.

¡Sí, apostamos por pacientes bien informados e informadas!

Atando zapatilla para correr

CONCLUSIÓN: la compra de tu calzado deportivo empieza por una visita al podólogo

Antes de comprar un mueble medimos el hueco de la pared donde lo queremos colocar, ¿no? De la misma manera, tenemos que conocer las características y necesidades de nuestros pies y nuestro cuerpo para comprar unas zapatillas con las que vamos a compartir mucho tiempo.

El análisis de la pisada es determinante. Diríamos que es la única forma de comprar unas zapatillas con toda la información posible. En muchas ocasiones lo tomamos a la ligera y lo acaba pagando caro nuestro cuerpo; que si una molestia en la rodilla, que si me duele el gemelo cuando llevo un rato corriendo, que si me pincha en la zona central de la planta del pie o me molesta en la zona baja de la espalda, etc. Muchos de los dolores o de las lesiones que aparecen derivan de una mala elección de zapatillas por falta de información y datos que tan solo puede aportarnos un análisis de la pisada.

Más adelante daremos pautas y consejos sobre la frecuencia o la idoneidad para cambiar de calzado, pero seas runner amateur o profesional seguro que pasas muchas horas desgastando zapatilla, así que hazlo de la forma más saludable posible y empieza por saber qué pasa con tu cuerpo, qué pasa con tus pies, qué pasa con tu pisada.

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